El Gobierno comenzó a llenar los casilleros de los entes estatales creados por la ley de «reordenamiento de la actividad ferroviaria». Por medio de los decretos 630 y 631, la Casa Rosada designó a Juan Pablo Schiavi como presidente de la Administración de Infraestructura Ferroviaria (AIF) y a Marcelo López Arias al frente de la Operadora Ferroviaria (OF).
El nombramiento de Schiavi era esperado en el sector porque el ex ministro de Obras Públicas de la ciudad de Buenos Aires estaba trabajando en el tema como asesor del titular de Planificación, Julio De Vido.
Tras haber pasado inicialmente por las filas del macrismo, Schiavi entabló una buena relación con De Vido y el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, cuando formó parte del gobierno porteño de Jorge Telerman.
La AIF tendrá la tarea de administrar la infraestructura ferroviaria y concretar las inversiones para mantener y ampliar las redes. También pasará a controlar los terrenos e inmuebles ferroviarios que hoy tiene el ONABE.
La OF se encargará de la «prestación» de los servicios de pasajeros y de cargas por medio de los actuales concesionarios, por su cuenta o través de la conformación de sociedades mixtas.
Trenes de Buenos Aires 